Add parallel Print Page Options

En tus manos encomiendo mi espíritu;
    líbrame, Señor, Dios de la verdad.

Odio a los que veneran ídolos vanos;
    yo, por mi parte, confío en ti, Señor.
Me alegro y me regocijo en tu amor,
    porque tú has visto mi aflicción
    y conoces las angustias de mi alma.

Read full chapter